En el contexto de esta invitación, queremos identificar algunas líneas teóricas que circulan y constituyen el campo de los discursos sobre las masculinidades enfocando la “patria grande” latinoamericana y Argentina. Para continuar clarificándonos sobre el contexto social, político y terapéutico (o simplemente de acompañamiento) en el que grupos de varones emergen y se desarrollan como fuerzas de la resistencia anti patriarcal y anti conservadora.
¡Con mucho entusiasmo te invitamos a participar en nuestro Seminario / Taller de Actualización y Orientación para la Asistencia Psicosocial a Varones Cis Género! Este encuentro está diseñado para brindar herramientas y enfoques actualizados en la atención a varones cis género en el contexto de la salud mental y emocional.
Este seminario es abierto a toda la comunidad de
terapeutas y será una excelente oportunidad para intercambiar ideas, compartir
experiencias y actualizar conocimientos en un entorno colaborativo.
Previamente, la pregunta por una apretada línea evolutiva del pensamiento que nos estructura como varones, se nos hace necesaria.
Bases Históricas de la Masculinidad Latinoamericana
Las masculinidades de la colonia a la fundación de la Argentina
La construcción de las
masculinidades en América Latina —particularmente en Argentina— ha estado
marcada por tensiones entre modelos hegemónicos y alternativos, procesos
políticos contradictorios, y transformaciones socioeconómicas que redefinen los
roles de género. Desde la obra fundacional de Domingo Faustino Sarmiento, Facundo o Civilización y Barbarie 1845 ,
hasta los colectivos antipatriarcales del siglo XXI, la masculinidad se ha
articulado como un campo de disputa entre ideales coloniales, proyectos nacionales,
y resistencias emancipatorias.
En su texto “Facundo…” ya en 1845, Sarmiento
establece una dicotomía que trascendería el ámbito literario para convertirse
en un marco interpretativo de la identidad nacional argentina y, por extensión,
latinoamericana . La
"civilización" se asoció con lo urbano, lo europeo, y la educación,
mientras la "barbarie" encarnó al gaucho rural, mestizo, y
analfabeto. Este esquema no solo delineó jerarquías raciales y de clase, sino
que también definió un modelo de masculinidad asociado al progreso: el hombre
civilizado era aquel que adoptaba valores ilustrados, mientras el gaucho —
figura central de la barbarie— representaba el atraso, la violencia y la
indisciplina.
Sarmiento retrata al
gaucho como un sujeto "incapaz para dedicarse a un trabajo duro y
seguido", contrastándolo con el ideal europeo de laboriosidad y orden
doméstico. Esta caracterización no fue neutral: al vincular la barbarie con
figuras como Juan Manuel de Rosas, Sarmiento legitimó proyectos políticos que
buscaban erradicar las formas de vida rurales, promoviendo una masculinidad
vinculada al control estatal, la urbanización y la asimilación cultural. Es
paradigmático saber que Sarmiento terminó desilusionado de la propia Oligarquía
nacional que él mismo contribuyó a consolidarse.
La dicotomía
sarmientina sentó las bases para una masculinidad hegemónica en Argentina que
privilegió lo blanco, lo urbano y lo letrado. Este modelo se consolidó mediante
instituciones como el sistema educativo y el servicio militar, que
disciplinaron cuerpos y conductas bajo parámetros eurocéntricos. No obstante,
como señala Arturo Jauretche, esta visión implicó una "zoncera
progenitora": la negación de lo autóctono en pos de una civilización
importada, generando tensiones entre identidades nacionales y modelos de género
impuestos .
Impacto del Neoliberalismo en las Identidades Masculinas
La década de 1980
marcó un punto de inflexión con la implementación de políticas neoliberales que
desmantelaron el Estado de bienestar y precarizaron el empleo industrial. En
Argentina, la convertibilidad bajo el gobierno de Menem (1989-1999) exacerbó la
desocupación, afectando especialmente a varones de sectores obreros cuya
identidad se vinculaba al rol de proveedor. Este fenómeno, estudiado en
contextos fabriles, revela cómo la crisis económica fracturó el modelo
tradicional de masculinidad asociado al trabajo estable y al sustento familiar
.
La Emergencia de Colectivos de Varones Antipatriarcales
Paralelamente, los
años 90 y 2000 vieron el surgimiento de colectivos de hombres cuestionando la
masculinidad hegemónica. En Bogotá, el Colectivo
Hombres y Masculinidades ejemplifica esta tendencia, articulando discursos
que vinculan la lucha antipatriarcal con resistencias a otras formas de
opresión (clase, raza, sexualidad). Su accionar trasciende el ámbito personal,
adoptando prácticas públicas como alianzas con movimientos feministas y LGBTQ,
lo que redefine la participación política masculina.
Argentina 2010 – 2024. Entre Avances, Retrocesos y Polarizaciones
La década 2010 - 2024
ha sido un período de intensa reconfiguración de las identidades de género en
América Latina y Argentina, marcado por la irrupción de movimientos feministas
globales, respuestas conservadoras, crisis económicas y redefiniciones
políticas. En Argentina, este proceso se intersectó con hitos como la Ley de
Matrimonio Igualitario (2010), el movimiento #NiUnaMenos (2015) , la
legalización del aborto (2020) y el ascenso de liderazgos ultraconservadores
como el de Javier Milei (2023). Estas dinámicas han transformado los modelos de
masculinidad y feminidad, generando tanto oportunidades para la igualdad como
resistencias patriarcales.
La Paradoja de los Tiempos Mezclados
El período 2010 - 2024
dejó una América Latina y Argentina donde conviven temporalidades
contradictorias: feminidades que avanzan hacia modelos autónomos y colectivos,
versus masculinidades que oscilan entre la deconstrucción y la reafirmación
violenta de privilegios. Argentina, como laboratorio social, muestra tanto el
potencial transformador de las olas feministas como la resiliencia del
patriarcado para mutar bajo nuevos ropajes ideológicos. Los próximos años
dependerán de la capacidad para institucionalizar avances (leyes de cuidados,
educación sexual integral) mientras se contienen las fuerzas reaccionarias que
instrumentalizan el malestar económico para revivir modelos de género
anacrónicos. La gran lección para interiorizar, es que la igualdad no es un
destino, sino un campo de batalla donde se juega la democracia misma. Y que
para eso, hay que incorporar la diversidad en todas sus expresiones.
Perspectivas Teórico-Metodológicas en la Asistencia Psicosocial a
Varones Cisgénero
La asistencia
psicosocial dirigida a varones cisgénero ha adquirido relevancia
en los últimos años, particularmente en el contexto argentino, donde
se observa un creciente interés por abordar las masculinidades desde
enfoques críticos y derechos humanos. Provisoriamente identificamos
posiciones teóricas dominantes, experiencias institucionales locales, y
propuestas metodológicas emergentes, con énfasis en la articulación
entre políticas públicas, prácticas sanitarias y estrategias
comunitarias.
Masculinidades y Salud Integral: el Enfoque de Género y
Derechos Humanos
Los programas de
asistencia psicosocial para varones cisgénero han experimentado
transformaciones paradigmáticas en la última década. Existe una tensión entre
enfoques centrados en la deconstrucción de privilegios masculinos y aquellos
que enfatizan los costos psicoemocionales de la masculinidad hegemónica. En
Argentina, este debate se articula con políticas públicas innovadoras como los
dispositivos grupales para abordar la violencia de género y estrategias de
prevención basadas en la reeducación emocional. La proliferación de seminarios
y talleres de actualización evidencia la necesidad de profundizar en
metodologías que integren perspectivas interseccionales y evaluaciones de
impacto a largo plazo.
Entre las posiciones
teóricas dominantes subyace la necesidad de desnaturalizar estereotipos
patriarcales mediante intervenciones que reconozcan la agencia de los
varones cis en su salud sexual y reproductiva. Este paradigma,
arraigado en los derechos humanos nos cuestiona la tradicional
división de roles que sitúa la responsabilidad anticonceptiva
exclusivamente en las mujeres.
Intersección con lo Psicosocial: Dualidad conceptual en los
abordajes
Desde el
campo psicosocial, se enfatiza el desarrollo de competencias
transversales (habilidades socioemocionales, comunicación asertiva, gestión
de conflictos) como eje para transformar dinámicas
relacionales tóxicas. Investigaciones chilenas y
argentinas coinciden en que los varones cis suelen internalizar
mandatos de "autosuficiencia emocional", lo que limita
su acceso a redes de apoyo durante crisis personales vinculares.
Resulta posible
identificar dos ejes paradigmáticos dominantes. Por un lado, el "enfoque
del poder y los privilegios masculinos", que analiza las estructuras
patriarcales como mecanismos de opresión sistémica. Este marco, influenciado
por teorías feministas radicales, concibe la violencia de género como
manifestación de relaciones asimétricas de poder institucionalizadas. Por otro
lado, la "promoción de nuevas masculinidades" enfatiza los
costos psicológicos individuales de adherirse a modelos hegemónicos, utilizando
narrativas de autosuperación y bienestar emocional como motores de cambio.
La tensión entre estas
perspectivas se manifiesta en los diseños metodológicos de los talleres y los
grupos de encuentros. Mientras el primer enfoque privilegia dinámicas de
concientización política y responsabilidad colectiva, el segundo utiliza
técnicas cognitivo-conductuales para modificar patrones emocionales
individuales. Creemos que es necesario cuestionar esta dicotomía, proponiendo
modelos híbridos que articulen la crítica estructural con herramientas de
gestión emocional contextualizadas.
Provisoriamente,
identificamos dos grandes grupos en la tradición argentina de enfoques
psicosociales a los que nominaremos también provisoriamente: los “centrados
en los varones cis género que ejercen violencia de género”; y los de la “espiritualidad
y la cultura andina”.
Salud mental y regulación emocional: debates epistemológicos
Tradicionalmente ha
existido una tendencia a psicologizar las manifestaciones de la masculinidad
hegemónica, interpretando la violencia como resultado de déficits en
habilidades emocionales. Este enfoque, aunque operativamente útil para diseñar
intervenciones breves, ha sido criticado por reducir problemáticas
estructurales a disfunciones individuales. Sin embargo, también es posible
identificar cómo ciertas emociones como la ira funcionan como capital simbólico
en contextos homosociales, cuestionando la noción de "falta de control emocional".
La conceptualización
del cuerpo como territorio de intervención emerge como tema recurrente.
Técnicas somáticas y ejercicios de conciencia corporal se integran
progresivamente en los talleres, buscando deconstruir la asociación entre
masculinidad y performatividad física. No obstante, persiste el desafío de
evitar esencialismos biológicos al trabajar estas dimensiones.
Metodologías de intervención.
Estrategias grupales y dinámicas homosociales
Los dispositivos
grupales parecieran constituir el eje metodológico predominante en Argentina, con
dos modelos contrastantes; aprovechando la homosociabilidad masculina.
- Grupos psicoeducativos centrados en la
responsabilidad por conductas violentas
- Espacios reflexivos para deconstrucción
identitaria a largo plazo
Pareciera que los
grupos coordinados por varones formados en perspectiva de género generan
mayores niveles de compromiso, participación e implicación emocional y
cognitiva activa (engagement) que aquellos liderados exclusivamente por
mujeres profesionales.
Grupos centrados en varones cis género que han ejercido violencia de género
Entre los grupos
centrados en torno a la asistencia psicosocial a varones cis género que han
ejercido violencia de género destacan la importancia de los programas
psicosociales diseñados para reeducar y modificar comportamientos violentos.
Estos programas buscan abordar la violencia de género desde un enfoque
integral, considerando procesos de socialización en sistemas patriarcales y
promoviendo masculinidades alternativas. La intervención incluye el
reconocimiento de roles de género y la aplicación de métodos educativos y
reflexivos para prevenir futuras situaciones de violencia.
Consideramos que la
importancia del trabajo de estos grupos radica en su capacidad para abordar una
problemática social grave como la violencia de género, que afecta a millones de
personas en todo el mundo. Al centrarse en la reeducación de varones que han
ejercido violencia, se busca reducir los índices de violencia y promover una
sociedad más igualitaria y segura.
Futuras Líneas de Investigación
- Evaluación de eficacia de programas: son escasas las discusiones de
resultados y evaluaciones en torno a lo que se pudo lograr hasta ahora. Investigar
la efectividad a largo plazo de los programas de asistencia psicosocial
para varones que han ejercido violencia de género aparece como crucial
hacia el futuro de las indagaciones.
- Incorporación de Perspectivas
Interseccionales:
Analizar cómo las intersecciones de género, clase social, etnia y
orientación sexual influyen en los comportamientos violentos y en la
respuesta a los programas de intervención, constituye a nuestro entender,
una segunda línea necesaria de enfoques.
- Desarrollo de Modelos de Intervención
Comunitaria: Explorar
modelos que involucren a la comunidad en la prevención y atención de la
violencia de género, promoviendo un enfoque más inclusivo y participativo.
Como resultado de una intersectorialidad verdadera y efectiva.
Contextualización para Argentina
En Argentina, la
violencia de género es una problemática persistente que requiere atención y
enfoque integral. Los programas de asistencia psicosocial para varones que han
ejercido violencia de género son cruciales para abordar esta cuestión. En este
contexto, instituciones como el Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez
y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han
desarrollado dispositivos psicosocioeducativos para atender a varones cis
género.
En cuanto a la
reeducación de varones agresore, en Salta, la Secretaría de Mujeres, Géneros y
Diversidad del Gobierno provincial, la provincia cuenta con dos programas relevantes.
Por una parte, el Programa de Intervención con Hombres (PRHIO), dependiente de
la Subsecretaría de Igualdad y Diversidad, que aborda la violencia de género
desde un enfoque integral y transformador, dirigido a varones denunciados por
violencia de género. Este programa busca promover el cambio de conducta y
prevenir futuras agresiones.
Por otro lado, se encuentra el Programa de
Intervención con hombres en condena de Violencia de Género, a cargo del
Ministerio Público Fiscal, dirigido a personas condenadas por delitos penales
en contexto de violencia por motivos de género.
A pesar de la labor de
estos organismos, es esencial fortalecer y ampliar el sistema de protección con
la participación de otros sectores y acrecentar las estrategias, ya que la violencia
por motivos de género es un problema estructural y social que se manifiesta de diversas
formas. De esta manera, el trabajo conjunto e intersectorial propiciará la accesibilidad
y disponibilidad de los servicios para todas las personas en situación de violencia
en todo el territorio provincial.
Grupos centrados en la naturaleza, la espiritualidad y la cultura andina
Otro conjunto de
grupos en torno a las estrategias de intervención en asistencia psicosocial
para varones aglutina a los centrados en la espiritualidad y la naturaleza en
consonancia con la cultura andina. Este enfoque puede ser un enfoque innovador
para abordar las identidades masculinas, especialmente en contextos
comunitarios donde estas prácticas son significativas. Incorporar enfoques
culturales y espirituales puede ser una estrategia efectiva para promover
cambios positivos en los contextos de varones.
Sin embargo, la
bibliografía a la que pudimos acceder sobre este tema es limitada, lo que
sugiere una oportunidad para futuras investigaciones y programas que incorporan
estas perspectivas.
Pensando en el
desarrollo de esta tradición, tres diferenciaciones se nos presentan
prioritarias para clarificar enfoques y metodologías: la diferenciación entre
espiritualidad y subjetividad; la relación entre cuerpo y alma, el enfoque en
la descolonización del pensamiento.
La espiritualidad y la cultura andina
La espiritualidad y la
cultura andina pueden desempeñar un papel significativo en los programas de
asistencia psicosocial para varones en Argentina, aunque pareciera ser que
todavía su implementación es limitada y requiere más desarrollo. Aunque la
espiritualidad y la cultura andina tienen el potencial de enriquecer los
programas psicosociales para varones en Argentina, su implementación requiere
un enfoque cuidadoso y respetuoso hacia las tradiciones y saberes locales.
A continuación, se
presentan algunos aspectos clave sobre cómo estas prácticas podrían influir en
dichos programas:
Espiritualidad y
Bienestar Psicológico
·
Impacto
Positivo en el Bienestar: La
espiritualidad ha demostrado ser positivamente asociada con el bienestar
psicológico y la calidad de vida. Esto sugiere que integrar prácticas
espirituales en programas psicosociales podría mejorar la salud mental de los
participantes.
·
Resiliencia
y resistencia: En contextos
indígenas, la espiritualidad ancestral ha sido una fuente de resistencia y
resiliencia. Aunque este enfoque se ha aplicado más en movimientos sociales de
mujeres, podría ser adaptado para varones en programas psicosociales.
Cultura Andina y
Psicología
·
Cosmovisión
Andina: La cosmovisión andina
enfatiza la armonía con la naturaleza y la comunidad. Esta perspectiva
holística podría ser útil en programas psicosociales para promover un
equilibrio entre lo individual y lo colectivo, desafiando el dualismo
mente-cuerpo tradicional en la psicología occidental.
·
Prácticas
tradicionales: La medicina
tradicional andina incluye rituales y el uso de plantas medicinales para
restituir el equilibrio. Aunque no es común en programas psicosociales para
varones, estas prácticas podrían ser exploradas como complemento a las terapias
convencionales.
Desarrollo de
programas
Para que la
espiritualidad y la cultura andina jueguen un papel más significativo en los
programas de asistencia psicosocial para varones en Argentina, sería necesario:
- Investigación y Adaptación: Realizar estudios que adapten estas
prácticas a contextos urbanos y rurales, asegurando su relevancia y
eficacia.
- Formación Profesional: Capacitar a profesionales en psicología
y trabajo social sobre la cosmovisión andina y sus aplicaciones en salud
mental.
- Inclusión comunitaria: Involucrar a comunidades indígenas y
organizaciones locales en el diseño y ejecución de estos programas para
asegurar su legitimidad y aceptación.
Espiritualidad – Subjetividad / Cuerpo – Alma
Aunque estos conceptos
están interconectados, cada uno tiene sus propias connotaciones teóricas y
prácticas. La espiritualidad y la subjetividad se relacionan con la experiencia
personal y la búsqueda de significado, mientras que el cuerpo y el alma representan
una distinción más tradicional entre lo físico y lo no material.
A continuación, se
presentan las diferencias teóricas entre los conceptos de espiritualidad y
subjetividad , así como entre cuerpo y alma :
Espiritualidad y
subjetividad
Espiritualidad:
- Se refiere a la búsqueda personal de
significado, propósito y conexión con algo más allá de uno mismo, que
puede incluir creencias religiosas o no religiosas.
- Implica una experiencia individual de
trascendencia y conexión con lo divino o lo sagrado, sin necesariamente
estar ligada a una institución religiosa.
Subjetividad:
- Se relaciona con la experiencia interna y
personal de un individuo, incluyendo sus pensamientos, sentimientos y
percepciones.
- La subjetividad es un constructo
psicológico que abarca cómo los individuos experimentan y dan sentido a
su realidad, incluyendo aspectos espirituales.
Cuerpo y alma
Cuerpo:
- Se entiende como la parte física del ser
humano, que interactúa con el entorno y es el vehículo para las
experiencias sensoriales y motoras.
- En el ecofeminismo y otras perspectivas
críticas, el cuerpo es visto como un lugar de poder y resistencia, donde
se producen subjetividades y prácticas culturales.
Alma:
- Tradicionalmente, se ha concebido como la
parte no material del ser humano, asociada con la espiritualidad y la
trascendencia.
- En muchas tradiciones religiosas y
filosóficas, el alma es vista como la esencia del individuo, que puede
sobrevivir al cuerpo físico y es el centro de la conciencia y la
identidad personal.
Diferencias teóricas
- Dualismo vs. Holismo: La distinción entre cuerpo y alma a
menudo se basa en un dualismo que separa lo material de lo espiritual. Por
otro lado, la espiritualidad y la subjetividad pueden integrarse en un
enfoque holístico que considera la interconexión de todos los aspectos del
ser humano.
- Institucional vs. Personal: La religiosidad, a menudo asociada con
la idea de alma, implica una conexión con instituciones y creencias
establecidas. La espiritualidad, en cambio, es más personal y no puede
estar ligada a una religión específica.
- Experiencia interna: La subjetividad se centra en la
experiencia interna del individuo, mientras que la espiritualidad puede
implicar una búsqueda de significado que trasciende la experiencia
personal.
La Descolonización del Pensamiento en la Asistencia Psicosocial: Un
Imperativo Ético y Práctico
La asistencia psicosocial, tradicionalmente
arraigada en modelos occidentales, se enfrenta al desafío crítico de
descolonizar sus prácticas. Este proceso implica una profunda revisión de las
estructuras de poder y los sesgos epistemológicos que han perpetuado la
"colonialidad del saber", donde el conocimiento occidental se impone
como universal, marginando las perspectivas y saberes locales. Requiere un
compromiso ético y político con la justicia social y la equidad epistemológica.
Al reconocer y valorar la diversidad de saberes y experiencias, podemos
construir intervenciones psicosociales más inclusivas, efectivas y respetuosas
de la dignidad humana.
La descolonización del
pensamiento en este contexto no es simplemente una cuestión teórica, sino una
necesidad práctica para garantizar intervenciones psicosociales efectivas y
culturalmente relevantes. Implica reconocer que la psicología, como disciplina,
ha sido históricamente moldeada por contextos culturales específicos, y que su
aplicación universal puede resultar en la invisibilización y el menoscabo de
otras formas de conocimiento y comprensión del bienestar.
Conceptos Clave y Estrategias de Descolonización
La "colonialidad del saber" se
manifiesta en la tendencia a priorizar el conocimiento occidental sobre los
saberes indígenas, afrodescendientes y otros saberes no hegemónicos. La
"descolonización del pensamiento" busca revertir esta tendencia,
promoviendo un pensamiento emancipador que valore la diversidad epistemológica.
Para lograrlo, es fundamental implementar
estrategias concretas:
- Autoevaluación Cultural e
Interseccionalidad: Los profesionales de la psicosocial deben reflexionar
críticamente sobre sus propios sesgos culturales y cómo estos influyen en
su práctica. La interseccionalidad, por su parte, permite comprender cómo
las múltiples dimensiones de la identidad (género, raza, clase, etc.) se
entrelazan y afectan la experiencia individual y colectiva.
- Incorporación de Saberes Locales: Integrar
prácticas y conocimientos locales, como la medicina tradicional y la
espiritualidad, en los programas psicosociales. Esto requiere un diálogo
horizontal con las comunidades y el reconocimiento de su agencia en la
definición de su propio bienestar.
- Diálogos Internacionales y
Transdisciplinarios: Fomentar el intercambio de conocimientos y
experiencias entre diferentes culturas y disciplinas. Esto permite
enriquecer la práctica psicosocial con perspectivas diversas y desarrollar
enfoques más holísticos.
Implementación en Programas Psicosociales
La descolonización del pensamiento debe
traducirse en acciones concretas en los programas psicosociales:
- Capacitación de Profesionales: Es esencial
formar a los profesionales en enfoques decoloniales, sensibilizándolos
sobre la importancia de la diversidad cultural y epistemológica.
- Participación Comunitaria: Las comunidades
deben ser protagonistas en el diseño, implementación y evaluación de los
programas. Esto garantiza que las intervenciones respondan a sus
necesidades y valores.
- Revisión Crítica de Prácticas: Es
necesario evaluar constantemente las prácticas psicosociales para
identificar y eliminar sesgos culturales y epistemológicos.
Futuras líneas de investigación e intervención
Profundización de enfoques interseccionales
Urge desarrollar
marcos analíticos que examinen cómo clase, edad, etnicidad y territorialidad
modulan las experiencias de masculinidad. La creación de protocolos
diferenciados para varones adolescentes, adultos mayores y poblaciones rurales
emerge como prioridad.
Innovaciones tecnológicas en dispositivos de intervención
El potencial de las
plataformas digitales para procesos complementarios grupales presenciales
constituye un área promisoria. Experiencias piloto con aplicaciones móviles de
seguimiento emocional y foros moderados por profesionales muestran altos
niveles de adherencia en poblaciones jóvenes. Sin embargo, se requieren
salvaguardas éticas para prevenir usos punitivos de estas tecnologías.
Fortalecimiento de redes interinstitucionales
La creación de la Red
Argentina de Estudios sobre Masculinidades (2024) busca superar la
fragmentación actual del campo. Sus objetivos prioritarios incluyen:
- Estandarización de protocolos de formación
para facilitadores
- Sistema unificado de registro de casos.
- Investigación colaborativa sobre
efectividad comparada de modelos.
Tendencias investigativas en universidades nacionales
El campo académico
argentino muestra un crecimiento notable en estudios sobre masculinidades, con
contribuciones clave desde:
- Instituto de Masculinidades y Cambio
Social (MasCS):
Desarrolla marcos teóricos para intervenciones comunitarias, destacando
sus trabajos sobre homosociabilidad y rituales de iniciación masculina.
- Equipo de Estudios sobre Varones y
Masculinidades (UBA):
Analiza intersecciones entre clase social, educación y construcción
identitaria masculina.
- Observatorio de Violencia de Género (UNLa): Evalúa impacto de programas de
reeducación mediante estudios longitudinales.
Estos grupos han
impulsado metodologías innovadoras como el análisis de narrativas digitales en
foros de varones y etnografías participativas en contextos deportivos.
Avancemos hacia una praxis transformadora
Los avances
teórico-metodológicos en el trabajo psicosocial con varones cisgénero requieren
mayor articulación con movimientos feministas y políticas de cuidado
comunitario. El caso argentino ilustra tanto el potencial de las iniciativas
institucionales como los riesgos de cooptación neoliberal de las agendas de
igualdad. Futuras investigaciones deben priorizar diseños participativos que
incluyan las voces de los propios varones en procesos de cambio, sin perder el
foco crítico en las estructuras de poder patriarcal. La consolidación de
observatorios independientes y sistemas de evaluación ética se presenta como
condición indispensable para evitar la reproducción de sesgos androcéntricos en
los propios dispositivos de intervención.
Bibliografía consultada:
(en construcción)
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