jueves, 27 de febrero de 2025

La asistencia psicosocial en el trabajo con masculinidades. Identificando líneas de análisis teórico y metodológico

 En el contexto de esta invitación, queremos identificar algunas líneas teóricas que circulan y constituyen el campo de los discursos sobre las masculinidades enfocando la “patria grande” latinoamericana y Argentina. Para continuar clarificándonos sobre el contexto social, político y terapéutico (o simplemente de acompañamiento) en el que grupos de varones emergen y se desarrollan como fuerzas de la resistencia anti patriarcal y anti conservadora.


¡Con mucho entusiasmo te invitamos a participar en nuestro Seminario / Taller de Actualización y Orientación para la Asistencia Psicosocial a Varones Cis Género! Este encuentro está diseñado para brindar herramientas y enfoques actualizados en la atención a varones cis género en el contexto de la salud mental y emocional.

Este seminario es abierto a toda la comunidad de terapeutas y será una excelente oportunidad para intercambiar ideas, compartir experiencias y actualizar conocimientos en un entorno colaborativo.

 








Previamente, la pregunta por una apretada línea evolutiva del pensamiento que nos estructura como varones, se nos hace necesaria.

Bases Históricas de la Masculinidad Latinoamericana

Las masculinidades de la colonia a la fundación de la Argentina

La construcción de las masculinidades en América Latina —particularmente en Argentina— ha estado marcada por tensiones entre modelos hegemónicos y alternativos, procesos políticos contradictorios, y transformaciones socioeconómicas que redefinen los roles de género. Desde la obra fundacional de Domingo Faustino Sarmiento, Facundo o Civilización y Barbarie 1845 , hasta los colectivos antipatriarcales del siglo XXI, la masculinidad se ha articulado como un campo de disputa entre ideales coloniales, proyectos nacionales, y resistencias emancipatorias.

En su texto “Facundo…” ya en 1845, Sarmiento establece una dicotomía que trascendería el ámbito literario para convertirse en un marco interpretativo de la identidad nacional argentina y, por extensión, latinoamericana  . La "civilización" se asoció con lo urbano, lo europeo, y la educación, mientras la "barbarie" encarnó al gaucho rural, mestizo, y analfabeto. Este esquema no solo delineó jerarquías raciales y de clase, sino que también definió un modelo de masculinidad asociado al progreso: el hombre civilizado era aquel que adoptaba valores ilustrados, mientras el gaucho — figura central de la barbarie— representaba el atraso, la violencia y la indisciplina.

Sarmiento retrata al gaucho como un sujeto "incapaz para dedicarse a un trabajo duro y seguido", contrastándolo con el ideal europeo de laboriosidad y orden doméstico. Esta caracterización no fue neutral: al vincular la barbarie con figuras como Juan Manuel de Rosas, Sarmiento legitimó proyectos políticos que buscaban erradicar las formas de vida rurales, promoviendo una masculinidad vinculada al control estatal, la urbanización y la asimilación cultural. Es paradigmático saber que Sarmiento terminó desilusionado de la propia Oligarquía nacional que él mismo contribuyó a consolidarse.

La dicotomía sarmientina sentó las bases para una masculinidad hegemónica en Argentina que privilegió lo blanco, lo urbano y lo letrado. Este modelo se consolidó mediante instituciones como el sistema educativo y el servicio militar, que disciplinaron cuerpos y conductas bajo parámetros eurocéntricos. No obstante, como señala Arturo Jauretche, esta visión implicó una "zoncera progenitora": la negación de lo autóctono en pos de una civilización importada, generando tensiones entre identidades nacionales y modelos de género impuestos .

Impacto del Neoliberalismo en las Identidades Masculinas

La década de 1980 marcó un punto de inflexión con la implementación de políticas neoliberales que desmantelaron el Estado de bienestar y precarizaron el empleo industrial. En Argentina, la convertibilidad bajo el gobierno de Menem (1989-1999) exacerbó la desocupación, afectando especialmente a varones de sectores obreros cuya identidad se vinculaba al rol de proveedor. Este fenómeno, estudiado en contextos fabriles, revela cómo la crisis económica fracturó el modelo tradicional de masculinidad asociado al trabajo estable y al sustento familiar .

La Emergencia de Colectivos de Varones Antipatriarcales

Paralelamente, los años 90 y 2000 vieron el surgimiento de colectivos de hombres cuestionando la masculinidad hegemónica. En Bogotá, el Colectivo Hombres y Masculinidades ejemplifica esta tendencia, articulando discursos que vinculan la lucha antipatriarcal con resistencias a otras formas de opresión (clase, raza, sexualidad). Su accionar trasciende el ámbito personal, adoptando prácticas públicas como alianzas con movimientos feministas y LGBTQ, lo que redefine la participación política masculina.

 

Argentina 2010 – 2024. Entre Avances, Retrocesos y Polarizaciones

La década 2010 - 2024 ha sido un período de intensa reconfiguración de las identidades de género en América Latina y Argentina, marcado por la irrupción de movimientos feministas globales, respuestas conservadoras, crisis económicas y redefiniciones políticas. En Argentina, este proceso se intersectó con hitos como la Ley de Matrimonio Igualitario (2010), el movimiento #NiUnaMenos (2015) , la legalización del aborto (2020) y el ascenso de liderazgos ultraconservadores como el de Javier Milei (2023). Estas dinámicas han transformado los modelos de masculinidad y feminidad, generando tanto oportunidades para la igualdad como resistencias patriarcales.

La Paradoja de los Tiempos Mezclados

El período 2010 - 2024 dejó una América Latina y Argentina donde conviven temporalidades contradictorias: feminidades que avanzan hacia modelos autónomos y colectivos, versus masculinidades que oscilan entre la deconstrucción y la reafirmación violenta de privilegios. Argentina, como laboratorio social, muestra tanto el potencial transformador de las olas feministas como la resiliencia del patriarcado para mutar bajo nuevos ropajes ideológicos. Los próximos años dependerán de la capacidad para institucionalizar avances (leyes de cuidados, educación sexual integral) mientras se contienen las fuerzas reaccionarias que instrumentalizan el malestar económico para revivir modelos de género anacrónicos. La gran lección para interiorizar, es que la igualdad no es un destino, sino un campo de batalla donde se juega la democracia misma. Y que para eso, hay que incorporar la diversidad en todas sus expresiones.

 

Perspectivas Teórico-Metodológicas en la Asistencia Psicosocial a Varones Cisgénero

La asistencia psicosocial dirigida a varones cisgénero ha adquirido relevancia en los últimos años, particularmente en el contexto argentino, donde se observa un creciente interés por abordar las masculinidades desde enfoques críticos y derechos humanos. Provisoriamente identificamos posiciones teóricas dominantes, experiencias institucionales locales, y propuestas metodológicas emergentes, con énfasis en la articulación entre políticas públicas, prácticas sanitarias y estrategias comunitarias.

Masculinidades y Salud Integral: el Enfoque de Género y Derechos Humanos

Los programas de asistencia psicosocial para varones cisgénero han experimentado transformaciones paradigmáticas en la última década. Existe una tensión entre enfoques centrados en la deconstrucción de privilegios masculinos y aquellos que enfatizan los costos psicoemocionales de la masculinidad hegemónica. En Argentina, este debate se articula con políticas públicas innovadoras como los dispositivos grupales para abordar la violencia de género y estrategias de prevención basadas en la reeducación emocional. La proliferación de seminarios y talleres de actualización evidencia la necesidad de profundizar en metodologías que integren perspectivas interseccionales y evaluaciones de impacto a largo plazo.

Entre las posiciones teóricas dominantes subyace la necesidad de desnaturalizar estereotipos patriarcales mediante intervenciones que reconozcan la agencia de los varones cis en su salud sexual y reproductiva. Este paradigma, arraigado en los derechos humanos nos cuestiona la tradicional división de roles que sitúa la responsabilidad anticonceptiva exclusivamente en las mujeres.

 

Intersección con lo Psicosocial: Dualidad conceptual en los abordajes

Desde el campo psicosocial, se enfatiza el desarrollo de competencias transversales (habilidades socioemocionales, comunicación asertiva, gestión de conflictos) como eje para transformar dinámicas relacionales tóxicas. Investigaciones chilenas y argentinas coinciden en que  los varones cis suelen internalizar mandatos de "autosuficiencia emocional", lo que limita su acceso a redes de apoyo durante crisis personales vinculares.

Resulta posible identificar dos ejes paradigmáticos dominantes. Por un lado, el "enfoque del poder y los privilegios masculinos", que analiza las estructuras patriarcales como mecanismos de opresión sistémica. Este marco, influenciado por teorías feministas radicales, concibe la violencia de género como manifestación de relaciones asimétricas de poder institucionalizadas. Por otro lado, la "promoción de nuevas masculinidades" enfatiza los costos psicológicos individuales de adherirse a modelos hegemónicos, utilizando narrativas de autosuperación y bienestar emocional como motores de cambio.

La tensión entre estas perspectivas se manifiesta en los diseños metodológicos de los talleres y los grupos de encuentros. Mientras el primer enfoque privilegia dinámicas de concientización política y responsabilidad colectiva, el segundo utiliza técnicas cognitivo-conductuales para modificar patrones emocionales individuales. Creemos que es necesario cuestionar esta dicotomía, proponiendo modelos híbridos que articulen la crítica estructural con herramientas de gestión emocional contextualizadas.

Provisoriamente, identificamos dos grandes grupos en la tradición argentina de enfoques psicosociales a los que nominaremos también provisoriamente: los “centrados en los varones cis género que ejercen violencia de género”; y los de la “espiritualidad y la cultura andina”.

Salud mental y regulación emocional: debates epistemológicos

Tradicionalmente ha existido una tendencia a psicologizar las manifestaciones de la masculinidad hegemónica, interpretando la violencia como resultado de déficits en habilidades emocionales. Este enfoque, aunque operativamente útil para diseñar intervenciones breves, ha sido criticado por reducir problemáticas estructurales a disfunciones individuales. Sin embargo, también es posible identificar cómo ciertas emociones como la ira funcionan como capital simbólico en contextos homosociales, cuestionando la noción de "falta de control emocional".

La conceptualización del cuerpo como territorio de intervención emerge como tema recurrente. Técnicas somáticas y ejercicios de conciencia corporal se integran progresivamente en los talleres, buscando deconstruir la asociación entre masculinidad y performatividad física. No obstante, persiste el desafío de evitar esencialismos biológicos al trabajar estas dimensiones.

Metodologías de intervención.

Estrategias grupales y dinámicas homosociales

Los dispositivos grupales parecieran constituir el eje metodológico predominante en Argentina, con dos modelos contrastantes; aprovechando la homosociabilidad masculina.

  1. Grupos psicoeducativos centrados en la responsabilidad por conductas violentas
  2. Espacios reflexivos para deconstrucción identitaria a largo plazo

Pareciera que los grupos coordinados por varones formados en perspectiva de género generan mayores niveles de compromiso, participación e implicación emocional y cognitiva activa (engagement) que aquellos liderados exclusivamente por mujeres profesionales.

 

Grupos centrados en varones cis género que han ejercido violencia de género

Entre los grupos centrados en torno a la asistencia psicosocial a varones cis género que han ejercido violencia de género destacan la importancia de los programas psicosociales diseñados para reeducar y modificar comportamientos violentos. Estos programas buscan abordar la violencia de género desde un enfoque integral, considerando procesos de socialización en sistemas patriarcales y promoviendo masculinidades alternativas. La intervención incluye el reconocimiento de roles de género y la aplicación de métodos educativos y reflexivos para prevenir futuras situaciones de violencia.

Consideramos que la importancia del trabajo de estos grupos radica en su capacidad para abordar una problemática social grave como la violencia de género, que afecta a millones de personas en todo el mundo. Al centrarse en la reeducación de varones que han ejercido violencia, se busca reducir los índices de violencia y promover una sociedad más igualitaria y segura.

Futuras Líneas de Investigación

  1. Evaluación de eficacia de programas: son escasas las discusiones de resultados y evaluaciones en torno a lo que se pudo lograr hasta ahora. Investigar la efectividad a largo plazo de los programas de asistencia psicosocial para varones que han ejercido violencia de género aparece como crucial hacia el futuro de las indagaciones.
  2. Incorporación de Perspectivas Interseccionales: Analizar cómo las intersecciones de género, clase social, etnia y orientación sexual influyen en los comportamientos violentos y en la respuesta a los programas de intervención, constituye a nuestro entender, una segunda línea necesaria de enfoques.
  3. Desarrollo de Modelos de Intervención Comunitaria: Explorar modelos que involucren a la comunidad en la prevención y atención de la violencia de género, promoviendo un enfoque más inclusivo y participativo. Como resultado de una intersectorialidad verdadera y efectiva.

Contextualización para Argentina

En Argentina, la violencia de género es una problemática persistente que requiere atención y enfoque integral. Los programas de asistencia psicosocial para varones que han ejercido violencia de género son cruciales para abordar esta cuestión. En este contexto, instituciones como el Hospital General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez y la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires han desarrollado dispositivos psicosocioeducativos para atender a varones cis género.

En cuanto a la reeducación de varones agresore, en Salta, la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad del Gobierno provincial, la provincia cuenta con dos programas relevantes. Por una parte, el Programa de Intervención con Hombres (PRHIO), dependiente de la Subsecretaría de Igualdad y Diversidad, que aborda la violencia de género desde un enfoque integral y transformador, dirigido a varones denunciados por violencia de género. Este programa busca promover el cambio de conducta y prevenir futuras agresiones.

Por otro lado, se encuentra el Programa de Intervención con hombres en condena de Violencia de Género, a cargo del Ministerio Público Fiscal, dirigido a personas condenadas por delitos penales en contexto de violencia por motivos de género.

A pesar de la labor de estos organismos, es esencial fortalecer y ampliar el sistema de protección con la participación de otros sectores y acrecentar las estrategias, ya que la violencia por motivos de género es un problema estructural y social que se manifiesta de diversas formas. De esta manera, el trabajo conjunto e intersectorial propiciará la accesibilidad y disponibilidad de los servicios para todas las personas en situación de violencia en todo el territorio provincial.

 

Grupos centrados en la naturaleza, la espiritualidad y la cultura andina

Otro conjunto de grupos en torno a las estrategias de intervención en asistencia psicosocial para varones aglutina a los centrados en la espiritualidad y la naturaleza en consonancia con la cultura andina. Este enfoque puede ser un enfoque innovador para abordar las identidades masculinas, especialmente en contextos comunitarios donde estas prácticas son significativas. Incorporar enfoques culturales y espirituales puede ser una estrategia efectiva para promover cambios positivos en los contextos de varones.

Sin embargo, la bibliografía a la que pudimos acceder sobre este tema es limitada, lo que sugiere una oportunidad para futuras investigaciones y programas que incorporan estas perspectivas.

Pensando en el desarrollo de esta tradición, tres diferenciaciones se nos presentan prioritarias para clarificar enfoques y metodologías: la diferenciación entre espiritualidad y subjetividad; la relación entre cuerpo y alma, el enfoque en la descolonización del pensamiento.

La espiritualidad y la cultura andina

La espiritualidad y la cultura andina pueden desempeñar un papel significativo en los programas de asistencia psicosocial para varones en Argentina, aunque pareciera ser que todavía su implementación es limitada y requiere más desarrollo. Aunque la espiritualidad y la cultura andina tienen el potencial de enriquecer los programas psicosociales para varones en Argentina, su implementación requiere un enfoque cuidadoso y respetuoso hacia las tradiciones y saberes locales.

A continuación, se presentan algunos aspectos clave sobre cómo estas prácticas podrían influir en dichos programas:

Espiritualidad y Bienestar Psicológico

·         Impacto Positivo en el Bienestar: La espiritualidad ha demostrado ser positivamente asociada con el bienestar psicológico y la calidad de vida. Esto sugiere que integrar prácticas espirituales en programas psicosociales podría mejorar la salud mental de los participantes.

·         Resiliencia y resistencia: En contextos indígenas, la espiritualidad ancestral ha sido una fuente de resistencia y resiliencia. Aunque este enfoque se ha aplicado más en movimientos sociales de mujeres, podría ser adaptado para varones en programas psicosociales.

Cultura Andina y Psicología

·         Cosmovisión Andina: La cosmovisión andina enfatiza la armonía con la naturaleza y la comunidad. Esta perspectiva holística podría ser útil en programas psicosociales para promover un equilibrio entre lo individual y lo colectivo, desafiando el dualismo mente-cuerpo tradicional en la psicología occidental.

·         Prácticas tradicionales: La medicina tradicional andina incluye rituales y el uso de plantas medicinales para restituir el equilibrio. Aunque no es común en programas psicosociales para varones, estas prácticas podrían ser exploradas como complemento a las terapias convencionales.

Desarrollo de programas

Para que la espiritualidad y la cultura andina jueguen un papel más significativo en los programas de asistencia psicosocial para varones en Argentina, sería necesario:

  • Investigación y Adaptación: Realizar estudios que adapten estas prácticas a contextos urbanos y rurales, asegurando su relevancia y eficacia.
  • Formación Profesional: Capacitar a profesionales en psicología y trabajo social sobre la cosmovisión andina y sus aplicaciones en salud mental.
  • Inclusión comunitaria: Involucrar a comunidades indígenas y organizaciones locales en el diseño y ejecución de estos programas para asegurar su legitimidad y aceptación.

Espiritualidad – Subjetividad / Cuerpo – Alma

Aunque estos conceptos están interconectados, cada uno tiene sus propias connotaciones teóricas y prácticas. La espiritualidad y la subjetividad se relacionan con la experiencia personal y la búsqueda de significado, mientras que el cuerpo y el alma representan una distinción más tradicional entre lo físico y lo no material.

A continuación, se presentan las diferencias teóricas entre los conceptos de espiritualidad y subjetividad , así como entre cuerpo y alma :

Espiritualidad y subjetividad

Espiritualidad:

    • Se refiere a la búsqueda personal de significado, propósito y conexión con algo más allá de uno mismo, que puede incluir creencias religiosas o no religiosas.
    • Implica una experiencia individual de trascendencia y conexión con lo divino o lo sagrado, sin necesariamente estar ligada a una institución religiosa.

Subjetividad:

    • Se relaciona con la experiencia interna y personal de un individuo, incluyendo sus pensamientos, sentimientos y percepciones.
    • La subjetividad es un constructo psicológico que abarca cómo los individuos experimentan y dan sentido a su realidad, incluyendo aspectos espirituales.

Cuerpo y alma

Cuerpo:

    • Se entiende como la parte física del ser humano, que interactúa con el entorno y es el vehículo para las experiencias sensoriales y motoras.
    • En el ecofeminismo y otras perspectivas críticas, el cuerpo es visto como un lugar de poder y resistencia, donde se producen subjetividades y prácticas culturales.

Alma:

    • Tradicionalmente, se ha concebido como la parte no material del ser humano, asociada con la espiritualidad y la trascendencia.
    • En muchas tradiciones religiosas y filosóficas, el alma es vista como la esencia del individuo, que puede sobrevivir al cuerpo físico y es el centro de la conciencia y la identidad personal.

Diferencias teóricas

  • Dualismo vs. Holismo: La distinción entre cuerpo y alma a menudo se basa en un dualismo que separa lo material de lo espiritual. Por otro lado, la espiritualidad y la subjetividad pueden integrarse en un enfoque holístico que considera la interconexión de todos los aspectos del ser humano.
  • Institucional vs. Personal: La religiosidad, a menudo asociada con la idea de alma, implica una conexión con instituciones y creencias establecidas. La espiritualidad, en cambio, es más personal y no puede estar ligada a una religión específica.
  • Experiencia interna: La subjetividad se centra en la experiencia interna del individuo, mientras que la espiritualidad puede implicar una búsqueda de significado que trasciende la experiencia personal.

 

La Descolonización del Pensamiento en la Asistencia Psicosocial: Un Imperativo Ético y Práctico

La asistencia psicosocial, tradicionalmente arraigada en modelos occidentales, se enfrenta al desafío crítico de descolonizar sus prácticas. Este proceso implica una profunda revisión de las estructuras de poder y los sesgos epistemológicos que han perpetuado la "colonialidad del saber", donde el conocimiento occidental se impone como universal, marginando las perspectivas y saberes locales. Requiere un compromiso ético y político con la justicia social y la equidad epistemológica. Al reconocer y valorar la diversidad de saberes y experiencias, podemos construir intervenciones psicosociales más inclusivas, efectivas y respetuosas de la dignidad humana.

La descolonización del pensamiento en este contexto no es simplemente una cuestión teórica, sino una necesidad práctica para garantizar intervenciones psicosociales efectivas y culturalmente relevantes. Implica reconocer que la psicología, como disciplina, ha sido históricamente moldeada por contextos culturales específicos, y que su aplicación universal puede resultar en la invisibilización y el menoscabo de otras formas de conocimiento y comprensión del bienestar.

Conceptos Clave y Estrategias de Descolonización

La "colonialidad del saber" se manifiesta en la tendencia a priorizar el conocimiento occidental sobre los saberes indígenas, afrodescendientes y otros saberes no hegemónicos. La "descolonización del pensamiento" busca revertir esta tendencia, promoviendo un pensamiento emancipador que valore la diversidad epistemológica.

Para lograrlo, es fundamental implementar estrategias concretas:

  • Autoevaluación Cultural e Interseccionalidad: Los profesionales de la psicosocial deben reflexionar críticamente sobre sus propios sesgos culturales y cómo estos influyen en su práctica. La interseccionalidad, por su parte, permite comprender cómo las múltiples dimensiones de la identidad (género, raza, clase, etc.) se entrelazan y afectan la experiencia individual y colectiva.
  • Incorporación de Saberes Locales: Integrar prácticas y conocimientos locales, como la medicina tradicional y la espiritualidad, en los programas psicosociales. Esto requiere un diálogo horizontal con las comunidades y el reconocimiento de su agencia en la definición de su propio bienestar.
  • Diálogos Internacionales y Transdisciplinarios: Fomentar el intercambio de conocimientos y experiencias entre diferentes culturas y disciplinas. Esto permite enriquecer la práctica psicosocial con perspectivas diversas y desarrollar enfoques más holísticos.

Implementación en Programas Psicosociales

La descolonización del pensamiento debe traducirse en acciones concretas en los programas psicosociales:

  • Capacitación de Profesionales: Es esencial formar a los profesionales en enfoques decoloniales, sensibilizándolos sobre la importancia de la diversidad cultural y epistemológica.
  • Participación Comunitaria: Las comunidades deben ser protagonistas en el diseño, implementación y evaluación de los programas. Esto garantiza que las intervenciones respondan a sus necesidades y valores.
  • Revisión Crítica de Prácticas: Es necesario evaluar constantemente las prácticas psicosociales para identificar y eliminar sesgos culturales y epistemológicos.

 

Futuras líneas de investigación e intervención

Profundización de enfoques interseccionales

Urge desarrollar marcos analíticos que examinen cómo clase, edad, etnicidad y territorialidad modulan las experiencias de masculinidad. La creación de protocolos diferenciados para varones adolescentes, adultos mayores y poblaciones rurales emerge como prioridad.

Innovaciones tecnológicas en dispositivos de intervención

El potencial de las plataformas digitales para procesos complementarios grupales presenciales constituye un área promisoria. Experiencias piloto con aplicaciones móviles de seguimiento emocional y foros moderados por profesionales muestran altos niveles de adherencia en poblaciones jóvenes. Sin embargo, se requieren salvaguardas éticas para prevenir usos punitivos de estas tecnologías.

Fortalecimiento de redes interinstitucionales

La creación de la Red Argentina de Estudios sobre Masculinidades (2024) busca superar la fragmentación actual del campo. Sus objetivos prioritarios incluyen:

  • Estandarización de protocolos de formación para facilitadores
  • Sistema unificado de registro de casos.
  • Investigación colaborativa sobre efectividad comparada de modelos.

Tendencias investigativas en universidades nacionales

El campo académico argentino muestra un crecimiento notable en estudios sobre masculinidades, con contribuciones clave desde:

  1. Instituto de Masculinidades y Cambio Social (MasCS): Desarrolla marcos teóricos para intervenciones comunitarias, destacando sus trabajos sobre homosociabilidad y rituales de iniciación masculina.
  2. Equipo de Estudios sobre Varones y Masculinidades (UBA): Analiza intersecciones entre clase social, educación y construcción identitaria masculina.
  3. Observatorio de Violencia de Género (UNLa): Evalúa impacto de programas de reeducación mediante estudios longitudinales.

Estos grupos han impulsado metodologías innovadoras como el análisis de narrativas digitales en foros de varones y etnografías participativas en contextos deportivos.

 

Avancemos hacia una praxis transformadora

Los avances teórico-metodológicos en el trabajo psicosocial con varones cisgénero requieren mayor articulación con movimientos feministas y políticas de cuidado comunitario. El caso argentino ilustra tanto el potencial de las iniciativas institucionales como los riesgos de cooptación neoliberal de las agendas de igualdad. Futuras investigaciones deben priorizar diseños participativos que incluyan las voces de los propios varones en procesos de cambio, sin perder el foco crítico en las estructuras de poder patriarcal. La consolidación de observatorios independientes y sistemas de evaluación ética se presenta como condición indispensable para evitar la reproducción de sesgos androcéntricos en los propios dispositivos de intervención.

 

Bibliografía consultada:

(en construcción)

 

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