Fue en noviembre de 2024 cuando compañeros del campo popular
militante en Salta, cursaron invitaciones para conversar sobre las ideas del
Che Guevara en el contexto actual. Fue un momento en el que pudimos juntxs
denunciar un capitalismo en profunda crisis, junto a la emergencia de gobiernos
"neofascistas" y "ultraliberales" que socavan la democracia
y los derechos[3] .
Y empezar a hacer inteligible en el campo popular las estrategias y la
presencia fortalecida de una "Nueva Aristocracia Financiera y
Tecnológica" que impone una "guerra cognitiva" y la
hiperfragmentación social. Los presentadores del libro en Salta, en
coincidencia con la veintena de autores que se dieron cita en el texto,
entrelazan estas preocupaciones con las ideas centrales de las obras de Che
Guevara incluidas en la compilación.
Del "Hombre Nuevo" a la deconstrucción de la masculinidad
hegemónica: la forja de una nueva subjetividad como eje de transformación
social.
Ernesto Che Guevara, en su ensayo "El socialismo y el
hombre en Cuba" (1965), postuló la necesidad de construir un "hombre
nuevo" y una "mujer nueva" liberados de la alienación
capitalista, capaces de sentir el trabajo como un deber social y de desarrollar
una conciencia plena de su ser social, rompiendo las cadenas de la enajenación
para alcanzar su realización humana. Esta visión aspiraba a una transformación
subjetiva radical en la edificación socialista. De manera paralela, en la
Diplomatura en Masculinidades (2025) acordamos el propósito central de la deconstrucción
crítica de la masculinidad hegemónica, una construcción sociocultural que
impone a los varones roles rígidos como la autosuficiencia, la represión
emocional, el control y el dominio, generando costos significativos para su
bienestar y para las relaciones igualitarias. Ambos marcos de pensamiento
convergen en la convicción de que la transformación social profunda requiere
una remodelación de la subjetividad, pasando de un ideal de
"hombre" que "debe hacer, hacer, hacer" y
"espectacularizar" su potencia para obtener validación a uno que
permita la expresión de la ternura, la empatía y la conexión emocional. En
esencia, la búsqueda contemporánea de una "autosuficiencia doméstica de
cuidados y parental", más real y relacional, es una relectura de la
aspiración guevarista de una humanidad que se reapropia de su naturaleza a
través del trabajo liberado y la expresión de su condición humana.
La coherencia ética como imperativo continuo: del "poner el
cuero" a la revisión personal del facilitador.
El Che Guevara, en sus escritos y en su vida, encarnó la coherencia
entre "pensar, decir y hacer", poniendo "el cuero detrás de
la palabra". Los autores de "Revolución, rebeldía y esperanza"
lo reivindican como un "faro indiscutible del accionar insurgente",
cuya ética y principios sólidos iluminan las luchas. Esta demanda de integridad
y autoexigencia se traslada al presente en las discusiones surgidas en los
intercambios de la Diplomatura en Masculinidades. Gabriela Córdoba y Darío
Casals enfatizan que los profesionales que abordan las masculinidades deben
haber atravesado un "proceso personal de revisión de su propia
masculinidad", demostrando una "coherencia entre el decir y el
hacer" para evitar reproducir dinámicas de dominio en el grupo y poder
intervenir con "ternura" y "amor político". Así, la
ética guevarista de vivir conforme a los ideales se actualiza en la necesidad
de que los "agentes de cambio" en el campo de género sean un ejemplo
vivo de la transformación que buscan promover, trascendiendo el mero
conocimiento teórico para integrar una profunda autoobservación consciente.
Del anticolonialismo radical a la resistencia contra el neoliberalismo y la
"guerra cognitiva": la evolución de la lucha contra un sistema global
de dominación.
El "Mensaje a los pueblos del mundo a través de la
Tricontinental" (1967) del Che constituye un diagnóstico y un llamado a la
confrontación global contra el imperialismo estadounidense, la última
etapa del capitalismo, que ejercía dominación económica, militar y política
sobre los pueblos subdesarrollados. Sus denuncias se centraban en el saqueo de
recursos y la imposición de regímenes neocoloniales. En el contexto de
noviembre de 2024, los colaboradores de "Revolución, rebeldía y
esperanza" y quienes nos dimos cita en la Diplomatura actualizamos el
objeto de la lucha. Se pone el foco en la emergencia de gobiernos
"neofascistas" y "ultraliberales" que promueven
políticas de endeudamiento y concentración de la riqueza, así como una "Nueva
Aristocracia Financiera y Tecnológica" que impone una "guerra
cognitiva" a través del control de las plataformas digitales, manipulando
la conciencia social y fragmentando a la población. Y en la "meritocracia"
y el "mandato neoliberal de la autorresponsabilidad" que culpan
al individuo por su situación, ignorando las estructuras sistémicas. Aunque el
Che proponía la lucha armada, se destaca por estos días la necesidad de una
"batalla integral" contra un sistema que sigue buscando la
"apropiación del plusvalor bajo distintas formas actualizadas",
utilizando ahora el "dataísmo del odio" y la manipulación discursiva.
Ambos discursos, aunque separados por décadas, identifican al capitalismo
como el enemigo fundamental, adaptando las estrategias de resistencia a las
nuevas configuraciones de poder.
De la unidad de los pueblos oprimidos a la construcción de comunidad y la
desarticulación del individualismo
Para el Che, la unidad de los pueblos oprimidos era
fundamental en la lucha contra el imperialismo. Él veía la masa como un sujeto
político activo, capaz de forjar su historia y sus líderes. En el presente, los
autores de la compilación diagnostican una "carencia de un horizonte
utópico de socialismo, liberación, emancipación y justicia social" y una
profunda "hiperfragmentación social" fomentada por las lógicas
del capitalismo digital. En la Diplomatura, conscientes de este individualismo
exacerbado, buscamos "construir comunidad entre personas
comprometidas" y utilizar el trabajo grupal como una herramienta para
romper el aislamiento masculino, generar interpelación horizontal y favorecer
la responsabilización compartida. La propuesta es pasar de la
"autosuficiencia y autonomía omnipotente" a una "autosuficiencia
doméstica de cuidados y parental", promoviendo una visión de masculinidad
más conectada con la vida y la comunidad, en línea con la visión guevarista de
una sociedad donde el beneficio individual se deriva del progreso social.
Del antidogmatismo guevarista a la crítica del binarismo: la apertura a la
multiplicidad y la complejización de la realidad.
El Che se caracterizó por su postura
"antidogmática" y su crítica al "marxismo vulgar del
socialismo real". Su enfoque enfatizaba la praxis real y una teoría
dinámica en permanente reelaboración, reconociendo la diversidad de tradiciones
revolucionarias y la necesidad de "crear dos, tres, muchos
Vietnam" como una estrategia flexible ante un enemigo global. En el
análisis de las masculinidades en la Diplomatura hemos cuestionado el "pensamiento
binario y dualista" que impone modelos de género excluyentes y
simplistas. Y abogamos por una visión de "masculinidades en
plural" que se articula con diversas coordenadas (raza, clase,
sexualidad). La crítica a la "actitud punitivista" y la búsqueda de
un "tercer arco" que equilibre la protección de las víctimas
con la reeducación y el apoyo a los varones refleja la distancia del dogmatismo
y la rigidez. La reinterpretación contemporánea de "crear dos, tres,
muchos Guevaras" subraya una idea hacia la multiplicación de
individuos transformados en diversos ámbitos, impulsando una "permanente
deconstrucción y constante revisión" de las propias prácticas, lo que
demuestra una continuidad en la búsqueda de la flexibilidad y la capacidad de
adaptación ante las cambiantes formas de opresión.
La comparación entre las ideas del Che Guevara y las
perspectivas que asumimos en la Diplomatura en Masculinidades permiten enunciar
que, si bien las formas de opresión y las tácticas de resistencia han
evolucionado con el tiempo, el núcleo de la lucha por la liberación humana y la
transformación subjetiva permanece vigente. La figura del Che,
desmitificada y recontextualizada, sigue siendo una fuente de inspiración ética
y política para una sociedad que, en 2024, busca deconstruir los legados de
dominio y construir un futuro más justo y equitativo.
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