El pre-congreso de Derechos Humanos del Norte Grande Argentino, que reunió a destacados rectores y académicos de la región, se construye como un espacio fundamental para debatir el rol de la universidad pública en la defensa y promoción de los derechos humanos. Si bien el encuentro se centró en la educación superior como un derecho social, un análisis más profundo de sus conclusiones, en especial de aquellas vinculadas con el género, revela la impostergable necesidad de ampliar el horizonte de discusión. Es en este contexto donde se evidencia que la lucha por una sociedad más justa e igualitaria, que se encuentra en el núcleo de los derechos humanos, exige la visibilización y el análisis crítico de las masculinidades, un campo de estudio que se vuelve indispensable para comprender y desarmar las desigualdades existentes.
La Universidad como Derecho Humano: Diálogos del Norte Grande
El pre-congreso de Derechos Humanos del Norte Grande
Argentino reunió a destacadas figuras del ámbito universitario para abordar la
relación entre las universidades públicas y los derechos humanos11. Los
oradores del encuentro fueron: Sebastián Barrionuevo, quien presentó en nombre
del comité organizador; Norberto Ignacio Liwski, docente y coordinador de la
Cátedra Libre de Derechos Humanos y Ciudadanía de la UNNE; Sergio José Pagani,
rector de la Universidad Nacional de Tucumán; Marcelino Ledesma, decano de la
Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud de la UNSE; Graciela
Guarino, decana de la Facultad de Humanidades de la UNNE; Héctor Paz, rector de
la Universidad Nacional de Santiago del Estero; Eduardo Rinesi, ex-rector de la
UNGS; y Jorge Daniel Rodríguez, coordinador del comité ejecutivo de la Red
Interuniversitaria de Derechos Humanos (RIDH).
La Dimensión de Género y la Necesidad de los Estudios de Masculinidades
La integración de los derechos humanos y el género en la
agenda universitaria es un avance significativo, como lo demuestran iniciativas
como la secretaría de Género, Diversidades y Derechos Humanos en la UNT y el
programa "Humanidades Diversas" de la UNNE. Sin embargo, para una
comprensión y acción más completa, es crucial que las instituciones, y
especialmente los rectores, consideren la necesaria incorporación de los
estudios de masculinidades.
La idea de que los derechos humanos son un "asunto
colectivo" y que la sociedad no existe sin una construcción conjunta puede
ser fortalecida al reconocer que los hombres no solo son actores en la
promoción de los derechos, sino también sujetos de estudio en la construcción
de una sociedad más equitativa. Los estudios de masculinidades permiten:
Desafiar los Roles de Género Tradicionales: La
crítica a las "matrices históricas enraizadas en el colonialismo y en el
capitalismo" que mencionó Guarino aplica también a la construcción de la
masculinidad hegemónica, que a menudo reproduce lógicas de poder, violencia y
exclusión. Al visibilizar cómo estas matrices afectan a los hombres, se puede
construir una perspectiva más profunda de los derechos humanos y el género.
Ampliar la Lucha contra las Violencias: Si bien los
protocolos contra la violencia de género se enfocan en las víctimas, la
incorporación de los estudios de masculinidades permite abordar las causas de
la violencia desde la raíz, trabajando en la deconstrucción de las prácticas
violentas en los hombres. Esto se alinea con la idea de la
"transversalización" de los derechos humanos que propusieron los
expositores.
Promover una Perspectiva Integral de la Igualdad: La
lucha por la igualdad de género no es solo un asunto de mujeres, sino un
proyecto social que necesita la participación activa de los hombres. Los
estudios de masculinidades ofrecen herramientas para que los varones
identifiquen y abandonen los privilegios de género que sostienen las
desigualdades, contribuyendo así a la construcción de una sociedad en la que el
respeto, la solidaridad y la igualdad sean el horizonte.
Generar "Saberes Decoloniales" en la Educación
Superior: En línea con la propuesta de Graciela Guarino sobre los
"saberes decoloniales", los estudios de masculinidades pueden
desarmar las representaciones coloniales y patriarcales del hombre, promoviendo
una formación académica crítica y propositiva.
Para que la agenda de los derechos humanos y el género en
las universidades públicas sea verdaderamente transformadora, los rectores
deben ir más allá de la mera enunciación y visibilizar la necesidad de
incorporar los estudios de masculinidades. Esto no solo enriquecerá la
investigación y la formación académica, sino que también impulsará la
construcción de una sociedad más justa, democrática y equitativa.
Objetivos y Propuestas del Encuentro
El principal objetivo del pre-congreso fue generar un
espacio de diálogo y reflexión que sirviera como marco preparatorio para el
Congreso de Derechos Humanos del Norte Grande Argentino, a realizarse en
Resistencia el 19 y 20 de septiembre de este año. Los oradores buscaron
analizar los desafíos actuales de los derechos humanos y la universidad
pública, poniendo el foco en la perspectiva regional del norte argentino.
Una idea central que emergió del encuentro es la de la
educación superior como un derecho humano universal, un bien público y social,
y una responsabilidad indelegable del Estado. Este postulado, surgido de la
Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) de Córdoba en 2018, fue un
eje transversal en varias de las ponencias.
Los Expositores y sus Convergencias
Sebastián Barrionuevo
Barrionuevo, en su rol de anfitrión, destacó dos ideas
principales: el agradecimiento y la contextualización de las discusiones, y la
preparación para el congreso principal. Enfatizó que el pre-congreso buscaba
preparar el marco para los diálogos y debates que se llevarían a cabo en el
congreso principal en Resistencia.
Norberto Ignacio Liwski
Liwski centró su discurso en la función de la universidad en
la defensa de los derechos humanos. Subrayó que la Cátedra Libre de Derechos
Humanos de la UNNE ha impulsado iniciativas de formación para abrir la
universidad "hacia adentro como hacia la comunidad". Además, destacó
la necesidad de una visión regional para el análisis de los derechos humanos en
el norte argentino, a pesar de su integralidad a nivel nacional y universal.
Sergio José Pagani
Pagani destacó el rol de la memoria y la
institucionalización de los derechos humanos. Enfatizó la importancia de
mantener la mirada hacia la Memoria, la Verdad y la Justicia para recordar lo
vivido, especialmente los momentos oscuros que sufrió la Universidad Nacional
de Tucumán durante la última dictadura militar, albergando centros de detención.
También mencionó la creación de una secretaría específica de Género,
Diversidades y Derechos Humanos para profundizar estos temas en todas las
actividades universitarias, buscando transversalizar la conciencia de los
derechos humanos en la currícula.
Marcelino Ledesma
Ledesma se enfocó en la articulación regional y la
transversalidad. Destacó que su facultad ha trabajado para abordar las
asimetrías de la región desde el norte grande y ponerlas en la agenda de los
derechos humanos. Además, resaltó la necesidad de transversalizar la
perspectiva de derechos humanos en la formación de estudiantes, mencionando que
la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la UNSE se ha incluido como un módulo
en los cursos de ingreso de todas las carreras.
Graciela Guarino
Guarino expuso una visión crítica sobre el contexto actual. Argumentó
que el territorio "atraviesa y direcciona el análisis" de los
derechos humanos, y criticó los modelos de ajuste neoliberales que
desarticularon las políticas públicas y afectan a las universidades públicas,
mencionando que el presupuesto está en su nivel más bajo en dos décadas. Hizo
un llamado a la "responsabilidad política de hacer algo" para
defender el derecho a la universidad y la democracia.
Héctor Paz
Paz se centró en la colaboración interuniversitaria y la
aplicación práctica de los derechos humanos. Resaltó el trabajo de las
universidades del Norte Grande para articular políticas institucionales
públicas a través de las áreas de derechos humanos. Destacó el desarrollo de su
universidad en la vinculación con la sociedad para el debate sobre derechos
humanos, con proyectos sociales extensivos para sectores vulnerables como
pueblos originarios y personas con discapacidad.
Eduardo Rinesi
Rinesi ofreció un análisis histórico y filosófico sobre los
derechos humanos. Propuso una evolución en cuatro momentos del concepto en
Argentina, desde la mirada "negativa" del "Nunca Más" hasta
la mirada "positiva" que exige al Estado garantizar derechos, e
incorporó los aportes de los movimientos sociales. Afirmó que la educación
superior es un "derecho colectivo del pueblo", ya que la sociedad
sostiene el trabajo universitario con sus impuestos y tiene derecho a recibir
sus beneficios.
Jorge Daniel Rodríguez
Rodríguez, en nombre de la RIDH, emitió un pronunciamiento
de repudio al avance de la "derecha del partido gobernante sobre las
universidades públicas". Sostuvo que este avance se manifiesta en el
desfinanciamiento sistemático, la precarización laboral y la persecución
ideológica. Convocó a la defensa de la autonomía universitaria y al compromiso
con cada una de sus funciones, sosteniendo que las universidades son espacios
para el debate público, plural y crítico.
Concluyendo
Los discursos de los expositores confluyen en un mensaje
claro y contundente: las
universidades públicas no solo son espacios académicos, sino actores políticos
y sociales esenciales para la defensa y promoción de los derechos humanos,
especialmente en el contexto de la región del Norte Grande argentino.
Existe un consenso en que la educación superior es un derecho humano y un bien
social que debe ser defendido ante las políticas de ajuste y desfinanciamiento
que ponen en riesgo su futuro.
Los ponentes subrayaron la importancia de la memoria
histórica y la lucha contra los "negacionismos". Además, se destacó
la necesidad de transversalizar la perspectiva de derechos humanos en la
formación de los estudiantes, y de que las universidades asuman un rol activo a
través de la extensión social y la articulación con la comunidad. Finalmente,
se hizo un llamado a la articulación regional y nacional para enfrentar de
manera conjunta los desafíos del presente y construir una sociedad más justa,
solidaria e igualitaria.
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